De textura suculenta, nacida en las faldas del Pedraforca
Cultivadas en las faldas del macizo del Pedraforca, a más de 1.000 metros de altura, las patatas de montaña de El Berguedà aparecen por la época de navidad. Presentan una textura más suculenta, y son ideales tanto para el horno, como para cocer o freír.
Las particularidades de la ubicación y la cosecha de las patatas de montaña hacen que la producción sea baja, y la cosecha se realice de manera prácticamente manual. Son oscuras de piel y destacan por ser saborosas y harinas. Otro de los rasgos característicos de la patata de montaña de Peguera y Gósol es su calidad, que hace que se conserve muy bien a lo largo del invierno.
Considerada organolépticamente excelente, es una patata considerada vieja o tardía, que presenta las características de la tierra y el clima de la falda del Pedraforca y su proceso de cultivo como principales activos.